"Desde este mismo momento comienza a explorar y recuerda no ser repetitivo. Busca siempre algo nuevo, busca algo fresco, porque no hay realmente ninguna otra meta excepto el viaje, entonces haz de él lo máximo. Hazlo tan hermoso como sea posible, tan encantado, tan creativo como tengas la capacidad de hacerlo. Y tienes infinita capacidad, simplemente está adormecida.
Sé un buscador de lo imposible, un escalador de montañas, un viajero de los caminos por los que nunca ha viajado nadie y tal vez nadie viajará. Sólo esta novedad, esta juventud puede ser llamada verdaderamente vivir. De otro modo estás simplemente vegetando....
Para ser un hombre se necesita tener valentía, porque ser un hombre significa una continua superación, una trascendencia cada día.
El verdadero viaje es hacia el interior. Sé un viajero del alma, un viajero de las profundidades mayores de la consciencia".
La evolución del hombre,puede ser tomada como el desarrollo en él de aquellos poderes y posibilidades que nunca se desarrollan por sí mismos, es decir, mecánicamente. Sólo este tipo de desarrollo, sólo este tipo de crecimiento, marca la verdadera evolución del hombre. No hay, ni puede haber, ningún otro tipo de evolución.
Tenemos ante a nosotros al hombre en el momento presente de su desarrollo. La Naturaleza lo ha hecho tal como es, y, en grandes masas, hasta donde podemos ver, así se quedará. Cambios con probabilidad de violar los requerimientos generales de la naturaleza sólo pueden ocurrir en unidades separadas.
La humanidad, como el resto de la vida orgánica, existe en la tierra para las necesidades y propósitos de la tierra. Y es exactamente como debería de ser para los requerimientos de la tierra en el momento presente.
Al mismo tiempo, existen las posibilidades de evolución, y pueden ser desarrolladas en individuos separados con la ayuda de conocimiento y métodos apropiados. Tal desarrollo puede ocurrir sólo en el interés del hombre mismo contra, por decirlo así, los intereses y fuerzas del mundo planetario. El hombre debe entender esto: su evolución es sólo necesaria para sí mismo. Nadie más está interesado en ella. Y nadie está obligado ni tiene la intención de ayudarlo. Al contrario, las fuerzas que se oponen a la evolución de grandes masas de la humanidad también se oponen a la evolución de hombres individuales. Un hombre debe superarlas en astucia. Y un hombre puede superarlas en astucia, la humanidad no puede; todos estos obstáculos son muy útiles para un hombre; si no existieran tendrían que ser creadas intencionalmente, porque es por medio de superar obstáculos que el hombre desarrolla esas cualidades que necesita.
La mente de una persona común está debilitada y distorsionada por la fuerza de los errores y los conflictos emocionales que acarrea en sí misma. Por esta debilidad y distorsión es incapaz de ver las cosas tal y como ellas son. Lo que percibe es una visión deforme y determinada por sus propias neurosis emocionales y sus prejuicios.
Mientras que tales elementos distorsionantes no hayan sido arrancados de raíz, la percepción de la persona siempre estará empañada. Pero una vez que los errores sean eliminados, el individuo entrará en un estado en el que la realidad es percibida siempre tal y como es. Entonces, al existir la mente en perfecta sabiduría y liberación, el cuerpo y la palabra fluyen de un modo perfectamente positivo y natural.
Todas las religiones del mundo son parecidas, en cuanto que proveen los métodos para cultivar los aspectos positivos de la mente y eliminar los negativos. Esto es particularmente importante en nuestra era, en la que se concede a la mente racional tal relevancia.
La mente de una persona ordinaria es indisciplinada y descontrolada. Si no desarrollamos una alerta consciente de nuestros procesos mentales y la habilidad de cortar las tendencias negativas del pensamiento en el momento mismo en que nacen, veinte años de meditación en una cueva remota serán de muy poco valor.
La vida es corta y la mayor parte de ella ha pasado ya. Debemos preguntarnos cuánto hemos hecho por despertar. La muerte puede llegarnos en cualquier momento, y cuando llegue habremos de dejar atrás todo excepto las huellas mentales que nuestras acciones han dejado.
La mayoría de las personas hacen los planes más fantásticos para mañana, la semana que viene o el próximo año, pero lo que verdaderamente cuenta es practicar aquí y ahora. Cuando cultivamos hoy la actividad virtuosa, una corriente de cambio positivo se pone en marcha. Esa es la preciosa característica de la vida humana. La humanidad es capaz de influir dinámicamente en su propio estado futuro mediante la aplicación de la sabiduría discriminativa a todas las actividades del cuerpo, la palabra y la mente. Usar y desarrollar esa sabiduría que distingue correctamente es extraer la esencia misma de la vida humana, el camino hacia la paz interior.
Todos nos encontramos ahora en un "punto de la cruz" de nuestro interior psicológico, en la que convergen la vertical (nivel de ser) y la horizontal (tiempo de la personalidad-nivel de saber intelectual). Podemos subir otro escalón en la escalera si y solo si trabajamos sobre nosotros mismos. La personalidad nace y se desenvuelve en el tiempo lineal y tiene sus propios intereses.
Nuestro nivel de ser se refiere a lo cercano que estamos de nuestra esencia, del verdadero hogar y nuestro nivel de saber es fruto de todo aquello que captamos intelectualmente o por medio del pensamiento. La comprensión se dará en la medida en que ambos se desarrollen. Lamentablemente en nuestra sociedad occidental el saber o el conocimiento intelectual se ha desarrollado mucho y lo esencial ha quedado relegado a un segundo plano.
Un nivel de ser más elevado está inmediatamente por "encima" de nosotros en la vertical, aquí ahora, de instante en instante y podemos acceder a él e ir D-E-S-P-E-R-T-A-N-D-O.
Escena de la película "Encuentros con hombres notables": el encuentro de G. I. Gurdjieff y el Padre Giovanni... (Gurdjieff observa en silencio).
El Camino del Guerrero se basa en el trabajo del exitoso escritor y guía espiritual Dan Millman, del mismo título y de su propia experiencia. A través de Sócrates, el anciano que en apariencia, sólo posee mucha destreza en sus movimientos, Dan comenzará un viaje de descubrimiento y aprendizaje en donde valorará más la inteligencia y la propia fuerza del espíritu, en lugar de la simple fortaleza del cuerpo. Una historia que muestra una impactante forma de existir y en donde sólo se debe vivir el presente.
Cuando la alegría se relaciona con un hecho que proviene de fuera de nuestra vida, con conseguir algo, con llegar a algún lugar, con alcanzar una meta, sea ésta el amor de la persona amada, una fortuna económica, un puesto determinado, el reconocimiento de los otros, etc.; sean cual sean nuestras expectativas, nuestra meta, nos alegrará conseguirla y nos pondrá tristes el no lograrla.
"En realidad la felicidad no se relaciona con llegar a ningún lugar, sino con ir en una dirección adecuada. La felicidad no se refiere a la alegría vanidosa que da haber conseguido –o ser capaz de conseguir– lo que otros no consiguieron. Esto no hace feliz a la gente. Es mentira que la felicidad tenga que ver con estos logros tan tontos que hacen que, una vez que se consiguen, necesites buscarte uno nuevo porque ése ya no te sirve de ninguna alegría. La felicidad es como la mente clara que te dirige en una dirección; si tú vas en dirección al este, en dirección a ese punto, en ese rumbo, puedes ir infinitamente; y saber que estás en esa dirección (más allá de adónde llegues) puede inspirarte esa serenidad que te hará saber que estás en el camino correcto."
Jorge Bucay
No hay mejor momento para ser felices que ahora. Si no es ahora, cuando?
El Dhammapada, un antiguo texto budista que se anticipó a Freud miles de años, dice: «Lo que eres ahora es el resultado de lo que fuiste. Lo que serás mañana será el resultado de lo que eres ahora. Las consecuencias de una mente maligna te seguirán como el carro sigue al buey que lo tira. Las consecuencias de una mente purificada te seguirán como tu propia sombra. Nadie puede hacer más por ti que tu propia mente purificada: ni padres, ni familiares, ni amigos; nadie. Una mente bien disciplinada trae felicidad». La meditación pretende purificar la mente. Limpia el proceso del pensamiento de lo que podrían llamarse irritantes psíquicos, cosas como la codicia, el odio y los celos, cosas que os mantienen atrapados en la esclavitud emocional. La meditación lleva a la mente a un estado de tranquilidad y presencia, a un estado de concentración y claridad (insight).
El propósito de la meditación es la transformación personal. Después de meditar no sois los mismos. La meditación cambia vuestro carácter mediante un proceso de sensibilización, y os hace más conscientes de vuestros propios pensamientos, palabras y actos. Vuestra arrogancia se evapora y la hostilidad se seca. Vuestra mente se vuelve calma y tranquila. Vuestra vida se suaviza. De este modo, la práctica correcta de la meditación os prepara para los altibajos de la existencia. Reduce vuestras tensiones, miedos y preocupaciones. Remite el desasosiego y la pasión se modera. Las cosas empiezan a ponerse en su sitio y la vida se vuelve placidez en lugar de lucha. Y todo esto sucede mediante la comprensión. La meditación agudiza vuestra concentración y el poder de vuestro pensamiento. Entonces, trocito a trocito, vuestros motivos y procesos inconscientes se os vuelven claros. Vuestra intuición se agudiza. La precisión de vuestro pensamiento se afina, y gradualmente llegáis a un conocimiento directo de cómo son las cosas en realidad, sin prejuicios ni ilusiones. ¿Son estas razones suficientes para molestarse? Apenas. No son más que promesas sobre papel. Solo hay una forma de que podáis saber si la meditación merece el esfuerzo. Aprended a practicarla correctamente, y practicadla. Ved por vosotros mismos.
Bhagwan Shree Rajneesh, que en sus últimos años se llamó Osho, es para sus sannyasins o buscadores de la verdad un Buda de Nuestro Tiempo. Para los gobernantes del mundo y religiosos oficialistas, sólo un personaje controvertido y molesto, con ideas peligrosas para la juventud, que apuntaban a destruir las bases de la sociedad. Fue el último inconformista de este siglo. Inflamado por la llama de la rebelión, no se adhirió a credo ni doctrina alguna e intentó iniciar las tradiciones muertas. Nunca tuvo miedo de las consecuencias.
Antes de su muerte, le preguntaron que pasaría cuando se fuera. Respondió: "Si hay algo de verdad en lo que he dicho, sobrevivirá. La gente interesada en mi trabajo llevará la antorcha, sin imponer nada a nadie... Deseo que no olviden el amor, porque si no es sobre él no se puede fundar iglesia alguna. La conciencia no es monopolio de nadie, igual la celebración, el regocijo y la mirada inocente de un niño... Conózcanse a sí mismos pues el camino es hacia adentro".
"Había estado trabajando durante muchas vidas —trabajando sobre mí mismo, luchando, haciendo todo lo que podía—, y no sucedía nada. Ahora entiendo porque no sucedía nada. El mismo esfuerzo era el obstáculo, la misma escalera lo estaba impidiendo, la misma necesidad de buscar era el obstáculo. No es que uno pueda encontrar sin buscar —hace falta buscar—, pero llega un momento en el que hay que abandonar la búsqueda. El bote es necesario para cruzar el río, pero luego llega un momento en el que tienes que salir del bote, olvidarte de él y dejarlo atrás. El esfuerzo es necesario, nada es posible sin esfuerzo. Y también nada es posible sólo con esfuerzo."
DEEPAK CHOPRA, RAM DASS, THICH NHAT HANH, FATHER THOMAS KEATING, RIANE EISLER, BARBARA MARX HUBBARD, ROBERT THURMAN, SADHGURU JAGGI VASUDEV, y otros.
Inmersos en los universos filosófico y espiritual, los personajes citados atienden en este documental a preguntas como ¿Por qué hay pobreza y sufrimiento en el mundo?, ¿Qué hay más allá de la muerte?, ¿Quién es Dios?, ¿Cuál es el sentido de la vida?... y no hacen más que afirmar que realmente, todos somos uno, a pesar de las diferencias que las diversas sociedades han marcado entre los hombres sumidos en el sueño de la consciencia.
"Como el Ave Fénix que se levanta de sus cenizas, alguien está DESPERTANDO ..."
En cuanto honre el momento presente, toda la infelicidad y el esfuerzo se disuelven y la vida empieza a fluir con alegría y facilidad. Cuando usted actúa desde la conciencia del momento presente, cualquier cosa que haga queda imbuida de un sentido de calidad, cuidado y amor, incluso la acción más sencilla.
En ausencia del tiempo psicológico, su sentido de usted mismo se deriva de Ser, no de su pasado personal. Por lo tanto, la necesidad psicológica de convertirse en algo diferente de lo que es ahora, ya no existe. En el mundo, en el nivel de su situación vital, usted puede realmente volverse rico, instruido, exitoso, libre de esto o de aquello, pero en la dimensión más profunda del Ser usted es completo y un todo AQUI Y AHORA.
El viaje de su vida tiene un propósito externo y otro interno. El propósito externo es llegar a su meta o destino, lograr lo que decide hacer, alcanzar esto o aquello, lo que por supuesto, implica futuro. Pero si su destino, o los pasos que va a dar en el futuro, absorben tanto su atención que se vuelven más importantes para usted que el paso que está dando ahora, entonces pierde completamente el propósito interno, que no tiene nada que ver con a dónde va o con qué está haciendo sino con cómo. No tiene nada que ver con el futuro sino con la calidad de su conciencia en este momento. El propósito externo pertenece a la dimensión horizontal del espacio y el tiempo; el propósito interno concierne a una profundización de su Ser en la dimensión vertical del Ahora sin tiempo. Su viaje externo puede constar de un millón de pasos; su viaje interno sólo tiene uno: el paso que está dando ahora mismo. Según se vuelve más profundamente consciente de ese único paso, se da cuenta de que ya contiene en sí mismo todos los demás pasos así como el destino. Este único paso se transforma entonces en una expresión de la perfección, un acto de gran belleza y calidad. Lo habrá llevado a usted al Ser y la luz del Ser brillará a través de él. Este es a la vez el propósito y el logro de su viaje interno, el viaje hacia usted mismo.
La mente no es nada sino el flujo de pensamientos. No puedes concebir una mente sin pensamientos. La única forma en la que podrías liberarte de la mente es observándola muy de cerca. Si te mantienes observando de una forma amigable sin juzgar, condenar o comentar, pronto se vuelve muy débil y lentamente se hace más tranquila.
La unidad con uno mismo es el cese del diálogo. Ahora mismo si la observas, encontrarías una multitud dentro. Esa es la razón por la que a veces me refiero a ti como un mercado móvil.Cuando alcanzas verdadera unidad, el diálogo interior para. Entonces hay un silencio interior que no es lo contrario de ruido, es algo más. Eso es unidad interior.
El yo limitado se convierte en totalidad divina cuando alcanza la unidad completa. Cuando la conciencia es purgada de toda su contaminación lo que queda es vida, pura consciencia o Dios.
Una de las cosas más importantes que hay que entender del hombre es que el hombre está dormido. Aun cuando cree que está despierto, no lo está. Su estado de vigilia es muy frágil; su estado de vigilia es tan insignificante que carece por completo de importancia. Su vigilia es sólo una bonita palabra, pero totalmente vacía. Uno duerme de noche, duerme de día... desde el nacimiento hasta la muerte, uno va cambiando sus pautas de sueño; pero nunca llega a despertar de verdad. Sólo porque hayas abierto los ojos, no te engañes a ti mismo pensando que estás despierto. A menos que se te abran los ojos interiores, a menos que tu interior se llene de luz, a menos que puedas verte a ti mismo, ver quién eres... no creas que estás despierto. Esa es la mayor ilusión en la que vive el hombre. Y si uno se convence de que está verdaderamente despierto, entonces ya no tiene sentido hacer ningún esfuerzo por despertar.
Lo primero que debes grabarte bien en el corazón es que estás dormido, completamente dormido. Estás soñando, un día tras otro. A veces sueñas con los ojos abiertos y otras veces con los ojos cerrados, pero estás soñando... tú mismo eres un sueño. Todavía no eres una realidad.
Por supuesto, cualquier cosa que hagas en un sueño carece de sentido. Cualquier cosa que pienses es insustancial; cualquier cosa que proyectes seguirá formando parte de tus sueños y nunca te permitirá ver la realidad. Por eso todos los budas han insistido en una única cosa: ¡Despierta! Continuamente, a lo largo de los siglos, todas sus enseñanzas se pueden resumir en una sola frase: debes despertar. Y para ello han ideado métodos, estrategias, han creado contextos y espacios y campos de energía en los que un choque te puede hacer despertar. Sí, a menos que sufras un choque que te sacuda de arriba a abajo, no despertarás. El sueño ha durado tanto que ha llegado al centro mismo de tu ser; estás empapado en él. Cada célula de tu cuerpo y cada fibra de tu mente se han llenado de sueño. No es un fenómeno de poca monta. Por eso se necesita un gran esfuerzo para mantenerse alerta, atento, vigilante. Para convertirse en un testigo.
Si hay una cuestión en la que están de acuerdo todos los budas del mundo, es esta: Que el hombre, tal como es, está dormido y debería despertar. El despertar es el objetivo y el despertar es la esencia de todas sus enseñanzas. Zaratustra, Lao Tzu, Jesús, Buda, Bahauddin, Kabir, Nanak... todos los despiertos han enseñado una única lección. En diferentes idiomas, con diferentes metáforas, pero su canción es la misma. Pero si sigues creyendo que ya estás despierto, no harás ningún esfuerzo. Te parecerá que no tiene sentido hacer esfuerzo alguno. ¿Para qué molestarse? OSHO
El controvertido maestro Osho nos habla entre otras cosas: de sí mismo, de la divinidad, de su enseñanza, de la meditación, de la religión, del silencio y sobre todo de nuestra posibilidad de DESPERTAR, de ser natural, de ser uno mismo y vivir con totalidad el momento presente. Estás preparado para escuchar ?
La humanidad está bajo una gran presión de evolucionar porque es nuestra única oportunidad de sobrevivir como especie. Esto afecta todos los aspectos de su vida y las relaciones cercanas en particular. Las relaciones nunca antes han sido tan problemáticas ni han estado tan cargadas de conflicto como ahora. Como habrá notado, su objetivo no es hacerlo feliz o realizarlo. Si usted continúa persiguiendo la meta de la salvación a través de una relación, se desilusionará una y otra vez. Pero si usted acepta que la relación es para hacerlo consciente en lugar de feliz, entonces sí le ofrecerá salvación y usted se sintonizará con la conciencia superior que quiere nacer en este mundo.
Si usted está habitualmente, o al menos la mayoría de las veces, presente en su relación, este será el mayor reto para su compañero. No podrá tolerar su presencia durante mucho tiempo y permanecer inconsciente. Si está listo, cruzará la puerta que usted le abrió y se unirá a usted en ese estado. Si no lo está, se separarán como el agua y el aceite. La luz es demasiado dolorosa para el que quiere permanecer en la oscuridad.
E. Tolle
"Del apego surge el sufrimiento… Para quien está libre de apegos no hay sufrimiento".
Los Movimientos son un llamado a “la totalidad de nuestro ser”, a través de muchos medios diferentes. Esto explica su asombrosa diversidad. Ellos ejercitan más específicamente una función u otra, y frecuentemente se apoyan en tempos totalmente diferentes de aquellos experimentados en la vida diaria.
Un movimiento como el de los “Círculos”, por ejemplo, el cual se ejecuta sentado, nos capacita para alcanzar una tranquilidad interna de tal calidad, que el movimiento por sí mismo, en su mágica lentitud, parece producir un “sonido”. Otros Movimientos buscan una maestría del cuerpo a través de ritmos y una intensidad que involucra una tensión que es conscientemente controlada. Su dinamismo puede despertar un “anhelo para ser” bastante más profundo que cualquier voluntad personal, evocando verdaderamente un profundo sentido de ritual. Los Movimientos conocidos como “Ejercicios de Derviches” son bastantes veces de este tipo.
Los movimientos conocidos como “Multiplicaciones”, están basados en la ley del tres y la ley del siete que, de acuerdo con la enseñanza, gobiernan el mundo creado. En estos Movimientos, los danzantes se mueven siguiendo trayectorias matemáticas, en que los significados de sus lugares y de sus roles es determinado por la ley que está siendo expresada. Estos Movimientos demandan las más grande vigilancia y rigor en cada cambio de lugar.
Es en términos de una apertura a lo sagrado que uno debe comprender las danzas aportadas por Gurdjieff. Esta apertura puede liberarnos de nuestros automatismos, al mismo tiempos que nos revela el aspecto “esencial” de nuestra naturaleza. Los Movimientos tienen por meta el re-descubrimiento de una presencia de ser a través del re-equilibrio del cuerpo y un nuevo orden de sus funciones; éste es el primer paso hacia una consciencia de uno mismo en el corazón de la vida diaria.
Después de este primer paso, otra cualidad de manifestación puede ser alcanzada. Entonces las danzas llegan a ser verdaderamente sagradas, tanto en su contenido interno como en su expresión.
Cuando empiezas poco a poco a desprenderte de tu identidad, a ser un humano genérico, dejas de verte en una edad determinada. Luego dejas de identificarte con el tiempo en general. Después ya no te reconoces originario de una patria o hablante de una lengua determinada. No te ves en tu nombre, no te confundes con las cosas que posees, vas cesando en la identificación. Te agarras a lo que eres. A la alegría de la vida. Eres cada vez más feliz y no necesitas el traje rígido del carácter o de la personalidad. Te haces fluido, como el agua.
Lao Tse dice: «Hay que ser como el agua que toma la forma del vaso que la contiene». Vas por la vida tomando formas y eso es magnífico. Hay un momento en que lo aceptas y te dices «Esto que soy yo desaparece». Y una vez que eres consciente, todo el tiempo estás ahí. Sientes en tus talones un abismo de vacuidad total, y vas avanzando como una luz. Y esa luz que eres sabes que se la va a tragar el abismo. Existe la esperanza de que te disuelvas con un goce infinito en el océano cósmico, y eres tú, pero siempre que aceptes ceder tu conciencia.
El último don que tú das es tu conciencia. Cuando lleguemos a la muerte, lo mejor que podemos ofrecer es una perfecta y luminosa conciencia, una conciencia clara que hay que saber crear, porque si no, como decía Gurdjieff, mueres como un perro, sin ofrendar la conciencia ni construir un alma.
Cuando cada pensamiento absorbe tu atención lentamente significa que te identificas con la voz que suena en tu cabeza. Entonces los pensamientos quedan investidos de un sentido de yo. Esto es el ego, el «yo» creado por la mente. Este yo fabricado por la mente se siente incompleto y precario. Por eso el temor y el deseo son sus emociones predominantes y sus fuerzas motivadoras. Cuando reconoces que hay una voz en tu cabeza que pretende ser tú y que nunca deja de hablar, estás saliendo de la identificación inconsciente con la corriente de pensamientos. Cuando notas esa voz, te das cuenta de que tú no eres la voz —el pensador—, sino quien es consciente de ella. La libertad estriba en conocerte a ti mismo como la conciencia que está detrás de la voz.
Pensamientos, emociones, percepciones sensoriales y experiencias constituyen el contenido de tu vida. «Mi vida» es de lo que derivas tu sentido del yo; «mi vida» son los contenidos, o al menos eso crees. Pasas por alto continuamente el hecho más evidente: tu sentido más interno Yo Soy no tiene nada que ver con lo que ocurre en tu vida, nada que ver con los contenidos. Este sentido del Yo Soy es uno con el Ahora. Siempre permanece igual. En la infancia y en la vejez, en la salud o en la enfermedad, en el éxito y el fracaso, el Yo Soy —el espacio del Ahora— permanece inmutable al nivel más profundo. Habitualmente se confunde con el contenido, y por eso sólo experimentas el Yo Soy o el Ahora levemente, indirectamente, a través de los contenidos de tu vida. En otras palabras: tu sentido de Ser queda oscurecido por las circunstancias, por la corriente de pensamientos y por todas las cosas de este mundo. El Ahora queda oscurecido por el tiempo. Y así olvidas que estás enraizado en el Ser, en tu realidad divina, y te pierdes en el mundo. Confusión, ira, depresión, violencia y conflicto afloran cuando los seres humanos olvidan quiénes son. Sin embargo, qué fácil es recordar la verdad y volver a casa.
Yo no soy mis pensamientos, emociones, percepciones sensorias y experiencias. Yo no soy el contenido de mi vida. Yo soy Vida. Yo soy el espacio en el que ocurren todas las cosas. Yo soy conciencia. Yo soy el Ahora. Yo Soy.
La mente, que está parloteando, siempre en movimiento, que es el pensamiento contínuamente mirando hacia atrás, recordando, acumulando conocimiento, cambiando constantemente, ¿puede estar completamente quieta? ¿Ha intentado alguna vez descubrir si el pensamiento puede estarse quieto? ¿De qué forma va a averiguar cómo producir esta quietud del pensamiento?. El pensamiento es tiempo y el tiempo es movimiento, medida. En la vida diaria usted mide, compara, tanto en lo físico como en lo psicológico. Eso es medida; la comparación significa medida. ¿Puede usted vivir sin compración en la vida diaria?
¿Le ha puesto alguna vez atención a algo de manera total? ¿Le está usted prestando atención a lo que dice el que habla? ¿O escucha con una mente comparativa que adquirido cierto conocimiento y está cotejando lo que se dice con lo que ya sabe? ¿Está interpretando lo que se dice según su propio conocimiento, tendencia o prejuicio? Eso no es atención, ¿verdad? Si presta completa atención con su cuerpo, sus nervios, sus ojos, sus oídos, su mente, con todo su ser, no hay centro desde el que esté atendiendo, solo hay atención. Esa atención es silencio completo.
Sólo somos conscientes de lo que conocemos. Los seres de un supuesto mundo de dos dimensiones, no tienen "consciencia" de los objetos tridimensionales.
De una manera general, el hombre puede conocer cuatro estados de conciencia: el sueño, el estado de vigilia, la conciencia de sí, y la conciencia objetiva. De hecho, el hombre solo vive en dos de esos estados, el sueño y la vigilia. En rigor, habría que decir que éste último no es sino otra forma de sueño. Apenas es necesario hacer constar que, en la vida ordinaria, el sujeto humano nada sabe de la conciencia objetiva. En cuanto al tercer estado, la conciencia de sí, suele atribuírsela, sin percatarse de que, en realidad, sólo puede alcanzarla en momentos muy excepcionales, por ejemplo, en situaciones de peligro o en circunstancias nuevas e inesperadas.
Es claro que el hombre no puede tener un conocimiento cabal de sí mismo mientras permanezca en los dos primeros estados de conciencia. Solo la conciencia de sí nos permite vernos tal como somos. Por último, la conciencia objetiva supone no sólo el conocimiento de nosotros mismos, sino también el del mundo en su totalidad.
Surge entonces una cuestión fundamental: ¿Es posible tornarse conscientes en el sentido más estricto del vocablo? ¿Cómo alcanzar la conciencia de sí? El primer obstáculo a su desarrollo es la convicción de que uno ya la posee o, en cualquier caso, puede evocarla a voluntad. Por eso la adquisición de la conciencia de sí exige un esfuerzo arduo y prolongado, que ha de partir del conocimiento de la constitución y de la dinámica de la máquina humana.
"Un guerrero no deja de hacer lo que el ama, el encuentra el amor en lo que hace". "Todo tiene un propósito, y a cada uno le concierne encontrarlo. Este momento es lo verdadereamente importante"
El Camino del Guerrero se basa en el trabajo del exitoso escritor y guía espiritual Dan Millman, del mismo título y de su propia experiencia.
A través de Sócrates, el anciano que en apariencia, sólo posee mucha destreza en sus movimientos, Dan comenzará un viaje de descubrimiento y aprendizaje en donde valorará más la inteligencia y la propia fuerza del espíritu, en lugar de la simple fortaleza del cuerpo.
Una historia que muestra una impactante forma de existir y en donde sólo se debe vivir el presente.
"La vida está aquí; todavía no ha llegado la muerte, de momento. Ha de llegar con seguridad: nada es más seguro que la muerte. Podemos dudar de otras cosas, pero no cabe duda alguna con respecto a la muerte. Algunas personas dudan de Dios; otras dudan del alma, pero jamás habréis conocido a nadie que dude de la muerte. Es inevitable; ha de venir con toda seguridad; ya está en camino. Se aproxima más y más a cada instante. Podemos aprovechar los momentos que nos quedan antes de la muerte para despertar."
Despertando
La existencia está esperando. Cuando ve que estás trabajando por tu cuenta, no interfiere. Espera. Puede esperar infinitamente porque la existencia no tiene prisa. Es eterna. En el momento que dejas de estar tú sólo —en el momento en el que te abandonas, en el momento en el que desapareces—, la existencia entera corre hacia ti, entra en ti. Y por primera vez empieza a ocurrir algo. Hay un despertar…