La evolución del hombre,puede ser tomada como el desarrollo en él de aquellos poderes y posibilidades que nunca se desarrollan por sí mismos, es decir, mecánicamente. Sólo este tipo de desarrollo, sólo este tipo de crecimiento, marca la verdadera evolución del hombre. No hay, ni puede haber, ningún otro tipo de evolución.
Tenemos ante a nosotros al hombre en el momento presente de su desarrollo. La Naturaleza lo ha hecho tal como es, y, en grandes masas, hasta donde podemos ver, así se quedará. Cambios con probabilidad de violar los requerimientos generales de la naturaleza sólo pueden ocurrir en unidades separadas.
La humanidad, como el resto de la vida orgánica, existe en la tierra para las necesidades y propósitos de la tierra. Y es exactamente como debería de ser para los requerimientos de la tierra en el momento presente.
Al mismo tiempo, existen las posibilidades de evolución, y pueden ser desarrolladas en individuos separados con la ayuda de conocimiento y métodos apropiados. Tal desarrollo puede ocurrir sólo en el interés del hombre mismo contra, por decirlo así, los intereses y fuerzas del mundo planetario. El hombre debe entender esto: su evolución es sólo necesaria para sí mismo. Nadie más está interesado en ella. Y nadie está obligado ni tiene la intención de ayudarlo. Al contrario, las fuerzas que se oponen a la evolución de grandes masas de la humanidad también se oponen a la evolución de hombres individuales. Un hombre debe superarlas en astucia. Y un hombre puede superarlas en astucia, la humanidad no puede; todos estos obstáculos son muy útiles para un hombre; si no existieran tendrían que ser creadas intencionalmente, porque es por medio de superar obstáculos que el hombre desarrolla esas cualidades que necesita.
"La vida está aquí; todavía no ha llegado la muerte, de momento. Ha de llegar con seguridad: nada es más seguro que la muerte. Podemos dudar de otras cosas, pero no cabe duda alguna con respecto a la muerte. Algunas personas dudan de Dios; otras dudan del alma, pero jamás habréis conocido a nadie que dude de la muerte. Es inevitable; ha de venir con toda seguridad; ya está en camino. Se aproxima más y más a cada instante. Podemos aprovechar los momentos que nos quedan antes de la muerte para despertar."
Despertando
La existencia está esperando. Cuando ve que estás trabajando por tu cuenta, no interfiere. Espera. Puede esperar infinitamente porque la existencia no tiene prisa. Es eterna. En el momento que dejas de estar tú sólo —en el momento en el que te abandonas, en el momento en el que desapareces—, la existencia entera corre hacia ti, entra en ti. Y por primera vez empieza a ocurrir algo. Hay un despertar…